viernes, 2 de julio de 2010

Vestimenta de los Yaguas

Los hombres visten con fibras de aguaje o chambira y algunas mujeres también, aunque generalmente visten con pampanillas de tela. El único colorante que tienen a la mano es el brillante carmín del achiote que es aplicado ya sea sobre el vestido o directamente sobre la piel, otorgándoles esa misteriosa apariencia que los ha caracterizado a través del tiempo.

Fabricación de la Vestimenta Femenina:
• Lleva una corona de fibras de chambira. La chambira es una palmera de la cual se extrae de la parte superior el cogollo, a este se hierve aproximadamente 45 minutos, luego se pone a secar y se realiza una trenza, que va adornada con flores de orquídeas secas, guairuro, ojos de vaca y rosario. Es de color rojo, se tiñe con achiote, guisador y también teñidor de ropa.
• Lleva en el torso una pechera de fibras de chambira que va adornada con flores, con ojo de vaca, guairuro, rosario y flores secas de orquídeas.
• Lleva también una falda hecha de fibras de chambira. Primero se realiza una truza delgada que sirve de base para ir armando tiras colgantes en toda la truza, quedando una preciosa falda hawaiana. Que también lleva adornos de guairuro, rosario, ojo de vaca, flores secas de orquídeas.

Fabricación de la vestimenta varonil:

• Lleva una corona de fibra de aguaje. El aguaje es una palmera de la cual se extrae de la parte superior el cogollo, a este se hierve aproximadamente 45 minutos, se tiñe con achiote y guisador, después se deja escurrir y secar, luego se realiza una trenza que va adornada con plumas de guacamayos, guairuros y ojos de vaca (semilla) la tranza es amarrada en los extremos con fibras de bombonaje por ser más flexible y resistente.
• Lleva una pechera fabricada en su totalidad de aguaje, realizando primero una delgada trenza donde irán amarradas las fibras de aguaje, esta pechera es teñida con achiote con una brocha hecha de bombonaje.
• También lleva un cinturón de aguaje con fibras trenzadas y cocidas con bombonaje, el cinturón que tiene un grosor de 7 cm adornado con guairuros, rosarios y ojo de vaca.
• Lleva una especie de falda Hawaiana hecha de aguaje con el mismo principio de la pechera pero se amarra de una en una cada tira de aguaje y también es teñida con achiote.
• En los brazos y en las piernas, llevan brazaletes y tobilleras hechas de aguaje y teñidas con achiote.
• La vestimenta se complementa con una lanza hecha de pona (corteza de un árbol muy dura), pintada con barniz para darle brillo.


Organizacion Politica, Socioeconomica, educativa y Cultural de los Yaguas

Organizacion sociopolítica

- Ubicacion Geografica y Extension

El área que ocupan se extiende entre el río Putumayo y el Yavarí, en la frontera entre Perú y Brasil. El eje central de sus asentamientos es el río Amazonas. Los yagua se encuentran distribuidos en ambos lados del río Amazonas en el Perú y Colombia, donde ocupan 4.209 hectáreas en el Resguardo de Santa Sofía y el Progreso. Los yagua pertenecen a un conjunto regional de grupos étnicos similares lingüística y culturalmente entre los que se encuentran los tikuna, uitoto, tupí y zaparo –del Perú-, entre otros.

- Formas de Gobierno

Se dividen en clanes patrilineales dispersos en el territorio y organizados según tres categorías: aves, vegetales y animales terrestres. Las aves, de un lado, y los animales y vegetales, conforman mitades exogámicas. La alianza matrimonial ideal se hace con personas de los clanes de las aves. En su sistema político no tienen una autoridad centralizada.

Organizacion económica

Practican la horticultura, la pesca, la recolección y la caza, esta última dotada de un amplio significado simbólico y ritual. Cultivan yuca dulce, maíz, taro, caña, frutales y tabaco en pequeñas cantidades. Dado su actual patrón de subsistencia asociado al eco tipo ribereño, la pesca ha tendido recientemente a convertirse en la actividad económica más importante.

Organizaicon educativa y cultural

- Religiosidad

Adoran a Oriknan, ser supremo y creador. Entrenan al chamán por más de cinco años, para que propicie el contacto con el mundo espiritual que rige la naturaleza. Dentro de su sistema de creencias también están los mellizos míticos Ndanu y Mëna crearon a los yagua pisoteando unos detritos vegetales y luego denominándolos según los clanes a los que pertenecen.
El chamanismo se comporta como un sistema de adaptación con la realidad vivida, que propicia la armonía con la naturaleza, la seguridad, la alimentación y la salud. En los rituales que duran varios días, cantan formando un coro masculino y otro femenino.

- Evangelizacion católica en la amazonía

Las misiones agustinianas en el Oriente peruano son continuación de la obra de los jesuitas en la antigua región del Maynas, que durante más de un siglo evangelizaron a lo largo de la cuenca del Amazonas a los indios Maynas, Cofanes, Jeberos, Omaguas, Iquitos, Pebas, etc. Expulsados de los territorios hispanos en 1767, estas misiones quedaron, precarias e inestables, a merced de distintas demarcaciones durante casi un siglo y medio, bajo la responsabilidad de los franciscanos de la Provincia de San Francisco Solano y algunos clérigos seculares.
En julio de 1802 la Comandancia General de Maynas, hasta entonces dependiente del Virreinato de Nueva Granada, se agregó al Virreinato del Perú y todos los ríos afluentes del mismo Marañón hasta donde dejan de ser navegables por razones estratégicas. Se crea, después, el Obispado de Maynas con sede primero en Jeberos y después en Moyobamba, siendo su primer obispo Fr. Hipólito Sánchez Rangel, OFM, quien con grandes trabajos visitó tan dilatada diócesis y realizó el primer censo. Tenía Iquitos entonces 81 almas. Su fidelidad al Rey de España le obligó a renunciar al obispado pasando a la Península donde murió siendo Obispo de Lugo.
El gobierno peruano mantuvo la creación del Obispado pero dispuso que se llamase de Chachapoyas, agregándole dos provincias, hasta entonces de la diócesis de Trujillo, y conservando todos los lugares que habían constituido la Diócesis de Maynas, disposición que fue sancionada por S.S. Gregorio XVI en 1843. Las misiones fueron atendidas esporádicamente por clero nacional. Los indígenas se vieron desamparados y la fe se debilitó. En 1840 solamente había 11 clérigos en toda la región de Maynas; 13, cinco años más tarde.

Etnia de los Yaguas

Al momento del contacto europeo, según Chaumeil, los yaguas mantenían relaciones asimétricas con los omaguas (Tupí) de quienes eran servidores domésticos y esclavos.

A la llegada de los jesuitas, las misiones se convierten en zonas de refugio para los indígenas perseguidos por los "bandeirantes" esclavistas. Inicialmente hostiles a las misiones, mayoritariamente pobladas por omaguas, ante la amenaza de los "bandeirantes", los yaguas finalmente buscaron la protección de los misioneros. Sin embargo, las epidemias que periódicamente se desataban en las reducciones llevaron a mutuas acusaciones de brujería entre los grupos que en ellas habitaban produciéndose guerras.

Con la expulsión de los jesuitas y la decadencia de las misiones, que pasaron a manos del clero diocesano y luego de los franciscanos, la mayor parte de sus habitantes cayeron en manos de colonos de la primera oleada migratoria, perfilándose entonces el sistema de servidumbre al patrón que pasaría a ser la figura dominante en la región.

Durante el siglo XIX, los franciscanos se retiraron de la zona con motivo de las guerras de la Independencia y retornaron en 1840. Entre tanto, los yaguas y los pebas fueron utilizados por las autoridades civiles del poblado de Pebas como mano de obra en la recolección de la zarzaparrilla.

Una segunda oleada de colonización llegó a la zona a mediados del siglo XIX, significando nuevas formas de servidumbre para los yaguas. Poco antes del inicio del "boom" del caucho se producirían guerras entre los yaguas y los mayorunas, y entre aquellos y los huitotos.

Durante el período del caucho, cuando los agustinos españoles llegaron a Pebas (1902), encontraron establecidos en territorio yagua muchos fundos gomeros. Ante correrías y exacciones de los caucheros -en especial de la Casa Arana- los yaguas llevaron a cabo una contraofensiva, pero fueron derrotados cuando la misión de Jericó fue atacada en 1911, un año después de fundada. Los misioneros se replegaron a Iquitos en 1916.

Tras la fiebre del caucho, los patrones se convirtieron en productores de maderas finas, barbasco, leche caspi y pieles, de acuerdo a sucesivos "boom", siempre utilizando a los yaguas como mano de obra. En 1930, llegaron los primeros misioneros protestantes.

Poco después estalló el conflicto entre Perú y Colombia (1932-1933). Las tropas peruanas son estacionadas en Pebas, produciéndose entre los yaguas una epidemia de sarampión que acabó con un tercio de la población local.

Entre 1930 y 1940, los yaguas fueron forzados por los patrones a migrar a zonas al sur del Amazonas, extendiendo su territorio hasta el río Yavarí y entrando en conflicto con los mayorunas.

En 1945 llegaron los franciscanos canadienses y poco después los misioneros del ILV, quienes tradujeron la Biblia a la lengua yagua.

Durante la sétima década, se produjo un nuevo reagrupamiento y sedentarización de los yaguas en "comunidades nativas", como resultado de la nueva legislación del Estado. Se inició así una lenta inserción de los yaguas dentro de la economía regional en un proceso de campesinización.

Por la misma época, sin embargo, muchos se vieron arrastrados al movimiento mesiánico de la Santa Cruz.

Sintesis Historica

Al momento del contacto europeo, según Chaumeil, los yaguas mantenían relaciones asimétricas con los omaguas (Tupí) de quienes eran servidores domésticos y esclavos.

A la llegada de los jesuitas, las misiones se convierten en zonas de refugio para los indígenas perseguidos por los "bandeirantes" esclavistas. Inicialmente hostiles a las misiones, mayoritariamente pobladas por omaguas, ante la amenaza de los "bandeirantes", los yaguas finalmente buscaron la protección de los misioneros. Sin embargo, las epidemias que periódicamente se desataban en las reducciones llevaron a mutuas acusaciones de brujería entre los grupos que en ellas habitaban produciéndose guerras.

Con la expulsión de los jesuitas y la decadencia de las misiones, que pasaron a manos del clero diocesano y luego de los franciscanos, la mayor parte de sus habitantes cayeron en manos de colonos de la primera oleada migratoria, perfilándose entonces el sistema de servidumbre al patrón que pasaría a ser la figura dominante en la región.

Durante el siglo XIX, los franciscanos se retiraron de la zona con motivo de las guerras de la Independencia y retornaron en 1840. Entre tanto, los yaguas y los pebas fueron utilizados por las autoridades civiles del poblado de Pebas como mano de obra en la recolección de la zarzaparrilla.

Una segunda oleada de colonización llegó a la zona a mediados del siglo XIX, significando nuevas formas de servidumbre para los yaguas. Poco antes del inicio del "boom" del caucho se producirían guerras entre los yaguas y los mayorunas, y entre aquellos y los huitotos.

Durante el período del caucho, cuando los agustinos españoles llegaron a Pebas (1902), encontraron establecidos en territorio yagua muchos fundos gomeros. Ante correrías y exacciones de los caucheros -en especial de la Casa Arana- los yaguas llevaron a cabo una contraofensiva, pero fueron derrotados cuando la misión de Jericó fue atacada en 1911, un año después de fundada. Los misioneros se replegaron a Iquitos en 1916.

Tras la fiebre del caucho, los patrones se convirtieron en productores de maderas finas, barbasco, leche caspi y pieles, de acuerdo a sucesivos "boom", siempre utilizando a los yaguas como mano de obra. En 1930, llegaron los primeros misioneros protestantes.

Poco después estalló el conflicto entre Perú y Colombia (1932-1933). Las tropas peruanas son estacionadas en Pebas, produciéndose entre los yaguas una epidemia de sarampión que acabó con un tercio de la población local.

Entre 1930 y 1940, los yaguas fueron forzados por los patrones a migrar a zonas al sur del Amazonas, extendiendo su territorio hasta el río Yavarí y entrando en conflicto con los mayorunas.

En 1945 llegaron los franciscanos canadienses y poco después los misioneros del ILV, quienes tradujeron la Biblia a la lengua yagua.

Durante la sétima década, se produjo un nuevo reagrupamiento y sedentarización de los yaguas en "comunidades nativas", como resultado de la nueva legislación del Estado. Se inició así una lenta inserción de los yaguas dentro de la economía regional en un proceso de campesinización.

Por la misma época, sin embargo, muchos se vieron arrastrados al movimiento mesiánico de la Santa Cruz.